Taciturno Errante

Entiendo perfectamente la frustración que se siente , la de todos los días al despertar y ver el mismo cielo gris con los recuerdos que lo entintan entre cada suspiro de que alguna ves fue azul. Entiendo el dolor de mirar hacia arriba , sentir ese dolor en el cuello entumido , ya sea de la temporalidad de mirar hacia arriba o siempre mirar hacia abajo , pero siempre igual , el dolor de la espalda agotada de cargar con los trozos de sueños inconclusos, incumplidos , sueños soñados , pesadillas , pesan! , pesan también lo que quedo de las alas que un día volaron los cielos y hoy solo la brisa del recuerdo las alimenta, duele hondo , duele profundo , dolor agudo que se siente al levantarse los tejidos de la espalda y la columna entre el suspiro y al resignación de sentir lo que fue , de sentir lo que es , por que ya solo el aire que aun puede entrar en los pulmones levanta lo único que queda por levantar de cada cuerpo casi inmóvil de estos lugares, movimientos casi imperceptibles pero que el viento no deja pasar desapercibidos, que decir de los dias de tormenta , el cielo se ensaña impunemente a los cuerpos taciturnos y errantes , moribundos seres que adquieren forma mas humana entre cada herida y cicatriz , se van curtiendo en el olvido de los recuerdos que los hicieron perderse en el universo de voces que gritan en silencio… sublimes caricias les hace el agotamiento y el dolor que van formando sus rostros

Con dedicatoria a mis recuerdos . atte. Una mujer sin nombre.